Esta
luna llena me está mostrando aspectos de mí que tenía escondidos en mis sombras
y que ahora se iluminan para que las reconozca, están siendo unas semanas
bastante complejas, porque a nadie le gusta reconocer sus sombras y a mi que
digamos, tampoco es que me entusiasme remover situaciones complejas que dejé
pendientes en el pasado (solo en esta vida, hoy no vamos a ir más allá).
Estamos a un mes del día del no tiempo (25 de julio) y en dos semanas pasaremos
por un eclipse que nos marcará un antes y un después en nuestro sendero.
Yo
no solía darle importancia a la luna hace unos años, pero desde el año pasado
que cada luna llena y peor el eclipse, he notado como la energía entorno a la
parte emocional se alteraba y creaban nuevos conflictos que ¡ojalá no hubiese
empezado! Pero tenía que aprender, porque estamos acá para aprender queridos
alumnos de mi corazón, y nos guste o no, aprendemos mejor cuando nos ocurren
experiencias negativas. Ahora estoy pendiente como si parte de loba volviese a
renacer en mi (ya que en una encarnación como animal en este mismo planeta vine
como un gran lobo de montaña), es impresionante porque durante todo el mes voy
notando como la luna afecta mis emociones, como si la conexión después de
tantos siglos sin darle importancia, de golpe, lo fuera siempre de importante y
dictaminase casi todo lo que sucede a nivel emocional en mi día a día.
¡Ahora
entiendo el magnetismo de un lobo con la luna y entiendo también el magnetismo
de los vampiros con la noche! No es una cuestión de luz, sino una cuestión de
ponerse en la raya que trazas en el piso para decirle a tus sombras, que estás
dispuesta a mostrarte ante ellas y reconocerlas, después de tanto tiempo
reprimiendo esa parte de ti. ¿Asusta? Un poco, pero la aventura vale la pena, el
pasaje es como subir a una montaña rusa, ves la subida pero la bajada está
escondida y hay que confiar que tras pasar por esa experiencia, sabremos
identificarnos mejor con lo que realmente SOMOS.
El
año pasado las lunas me mostraban aspectos fuertes de mi SER, porque necesitaba
reconocer en mí que soy fuerte, valiente, perspicaz y que siempre encuentro la
forma de seguir adelante con cualquier problema que se me presente. En cierto
modo, puse a prueba mi parte masculina que me compone como SER que YO SOY, fue
una experiencia divertida que me llevó a experimentar un viaje inolvidable a
Cuba y luego un reconocimiento interior en Roma, para prepararme para la
primera luna que aconteció el pasado mes de Enero.
A
partir de este mismo año, pasé a reconocer mi parte femenina de mi SER, y uno
de los grandes aprendizajes que he realizado en este año, es vencer el miedo a
no ser correspondido, ya os lo compartí en algún momento, no me ha sido nada
fácil, y más si vienes de un corazón roto como estaba el mío, reconocerlo no
fue lo duro, lo pero fue, enfrentarse trocito a trocito y pegarlo con amor en
el corazón. ¿Qué hice? Tranquilos, no tuve ningún amor, no era una cuestión de
verlo al otro, simplemente miré en mi interior y decidí amarme más y en
profundidad, realizar aquello que realmente quiero y comprender lo que YO SOY.
Cada
luna me ha ido interiorizando en mi SER y ahora me gusta pasar la luna llena,
sin esperar nada, simplemente sintiendo como mi flujo de sangre aumenta, se
fusiona con la respiración y se une con el corazón, para sentir mi gran luna
llena como brilla en mi SER y somos UNO a pesar de la distancia que estamos
sometidas. A pesar de la sombra que reaparezca ante mis ojos, siento que el
dolor se va a convertir en sanación, porque así voy curando cada aspecto de mi
SER, para brillar y ser un SER DE LUZ. Que curiosamente cada mes en Agartha,
cuando estamos en luna llena, los Seres de Luz se sientan en las plazas de las
ciudades y se disponen a meditar, simplemente esperan, mientras se fusionan con la luna, que es el ángel guardián
de Gaia, entonces sienten el mensaje
o aprendizaje que la luna les ha traído a practicar hoy, y luego reconocen su SER como UNO fusionado con
la luna. Entonces, el miedo, se convierte en experiencia y de ella se sana y se
convierte en paz, y de lo que antes te ponía triste, ahora te pone feliz,
porque aprendiste lo que debías aprender de esa emoción de tu SER.
Enfrentarte
a tus sombras te va vaciando hasta que al final no tienes nada, y entiendo que
no soy nada. Y esa nada, al instante se llena
con la llegada de la paz, y con ella ya eres el TODO. Porque el Vacío se llena de Paz.
Recomendación: meditación de luna llena al aire libre.
HR.
HERO&Corporation.
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