Hace dos días me pidió para salir este sábado 11 de Junio del 2011. Era la primera vez que me lo preguntaban, y yo dije que si. Hoy a las cuatro en punto de la tarde, me ha venido a buscar a mi casa, Javier. Él iba muy bonito, y yo iba con un vestido muy especial, fuimos a dar un paseo por las zonas verdes de mí pueblo, al principio no nos cogíamos de la mano, hasta que pasaron cinco minutos después de que me viniera a buscar, luego si que me cogió mi mano izquierda con suavidad, y hemos estado todo el camino cogidos de la mano.
No podía imaginar que este sueño se estaba haciendo realidad con una respuesta muy simple,
- ¿Cualos son tus gustos de ropa?- preguntó Javier.
- Mis gusto son,... más o menos lo normal, pero me gusta llebar cosas amplias, y ajustadas. Eso depende si queda bien o no.- contesté.
- ¿Me ves guapo a mí con esta ropa?- volvió a preguntar Javier.
- Sí, tu eres el estilo que más me gusta en los hombres, el rollo "pijito me va mucho"... Y a ti, ¿Cómo me ves?- pregunté.
- Yo te veo como la mujer más hermosa del universo y más allà, también me va el "rollito un poco pijita, pero sin pasarse demasiado".- contestó.
- ¿Qué quieres decir con eso?- pregunté otra vez.
- Me refiero a que, tu estilo és el que más me gusta, y no me gustan esas mujeres que van todo el día pintadas de arriba a bajo, y que se cambien diez veces antes de salir de casa. ¿Tu lo haces?- dijo Javier.
- Yo sólo me cambio como mucho, dos veces y ya no más. Y supongo que tengo ventaja, porque yo no voy siempre maquillada, sólo lo hago en ocaciones muy especiales, como hoy.- dije.
Noté que él había hecho una sonrisa, yo hize lo mismo. Luego me clavó la mirada a mis ojos, y que me daban un sentimiento de paz, amor eterno y tranquilidad. Son sentimentos muy importantes e imprecindibles para evolucionar con la pareja, sin ellas no es amor de verdad. Aunque también predomina el valor del respeto y la confianza, pero estan en segunda posición, en una relación con tu pareja.
- ¿Tienes hermano?- me preguntó.
- No, tengo. Pero siempre me ha gustado tener una hermanita pequeña, porque así hubiera podido jugar con ella, cuando era más pequeña.- contesté.
- ¡Qué pena más grande, Florencia! Yo tengo un hermano dos años más pequeño que yo, se llama David. I des de siempre que nos hemos ayudado y peleado, pero nos reconciliamos fácilmente.- contestó Javier con su dulce voz.
- ¡Yo no lo veo como una pena, Javier!... Yo pienso que de esta manera todos los jugetes eran para mí. (me río)- dije para calmar un poco el ambiente.
Se produjo un silencio de cinco segundos y medio.
- Bueno,... ¿Cómo es la relación con tus padres, es sincera?- pregunté.
- No del todo, pero la mayoría sí.- contestó.
- O sea que, si pasa algo bueno ahora conmigo. ¿Lo dirías a tus padres?- pregunté.
- Depende de lo que sujeriera.- dijo con un toque sensual.
- ¿Cómo qué exactamente?- pregunté muy interessada.
Javier se mete la mano derecha en su bolsillo de la chaqueta, y de allí saca un collar de madera con colores muy bonitos y vistosos.
- Si acceptas este regalo tan especial, aceptarás ser mi novia. ¿Qué me dices?- dijo Javier con su voz encantadora y sensual.
- ¡Qué bonito collar de madera!- dije impresionada y sorprendida.
- ¿Lo quieres?- me preguntó.
- Por supuesto que sí, Javier. ¿Me ayudas a ponermelo?- dije feliz.
- Claro.- conestó.
Él me ayudó a ponerme el collar de madera, y después le di un abrazo.
- ¿Te gusta?- me preguntó.
- Si, es el mejor regalo que me han hecho nunca. ¡Me encanta!- dije.
- Ahora eres mi novia, y tengo que decir esto, llebo mucho tiempo deseando que pase esto.- dijo muy sincero Javier.
- Yo también lo estaba esperando, y sí, acepto ser tu novia. Me has hecho la mujer más feliz del mundo. ¡Gracias!- dije.
Javier me acompañó a casa después de ir a tomar algo en el bar de la esquina de un lugar muy especial, cuando se terminó la cita ya eran más de las nueve de la noche. Pero antes en el portal...
- Bueno, me ha gustado mucho la cita, y sobretodo el collar de madera.- dije muy contenta.
- Me alegro mucho. (nos abrazamos) ¿Quieres volver a salir mañana conmigo?- me preguntó.
- Sí, mencantaria mucho tener otra cita contigo.- contesté.
- De acuerdo. Pues mañana, te voy a traer a un sitio muy especial, y que creo que te va a gustar mucho. Quedamos a la misma hora. ¿Te parece bien?- dijo Javier.
- Me parece perfecto. Bueno, hasta mañana. Ya estoy deseando que llegue.- dije.
- Yo igual.- contestó.
Entré dentro de casa, y el resto del día fué normal, mi amiga me preguntó como había ido la primera cita, y yo le he dicho que genial, y le he enseñado el collar de madera, que es un regalo muy especial.
Laia Galí Garcia
10 de Junio del 2011
Barcelona
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