El tiempo es muy curioso cómo funciona, ni se imaginan lo que hay detrás de esas 24h de reloj que tenemos todos, para invertirlos en algo que realmente nos realice y nos haga sentir que hemos invertido el tiempo en algo que realmente valiese la pena para uno mismo. Detrás del tiempo, se esconden cosas realmente increíbles, difíciles de explicar y difíciles de entender, fórmulas matemáticas que hacen que solo el conocimiento esté en las manos de unos pocos, que normalmente han hecho grandes carreras universitarias. Pero ¿y la gente de a pie no tienen derecho a saber cómo funciona sin tener que aprenderse fórmulas matemáticas?
Si todos estamos aquí, viviendo una experiencia humana, tenemos todos el mismo derecho de saber cómo funciona. Quizás los matemáticos y los físicos teóricos, solo se queden en simple teoría, pero el resto podemos intentar llevarlo a la práctica, haciendo cosas bastante randoms. Si entendemos que el tiempo es algo que no se puede materializar, que un reloj solo marca las horas y los minutos, para llevar un control de cuánto tiempo nos queda de ese día. Si aprendemos a intentar sentir cómo va el tiempo de un reloj dentro del corazón, quizás podamos jugar con él a nuestro favor.
No te cierres para conseguirlo, hay que mantener la mente y el corazón abierto. Un segundo, son solo microsegundos, y un minuto son solo sesenta segundos. Si esto lo practicamos a través de una meditación, entenderemos muchas más cosas de este mecanismo.
Por ejemplo, cierra los ojos y toma una respiración profunda por la nariz, y mientras respiras pasan cinco segundos, y luego expira por la nariz, han pasado otros cinco segundos. Pero todo el proceso son diez segundos, eso significa que un minuto en nuestro cuerpo equivalen a una respiración completa, con tan solo diez segundos, has enviado todo el oxígeno que has atrapado por la nariz, a recorrer la tráquea, los pulmones y pasar a los bronquios para terminar en la sangre, dar una vuelta completa por todo el circuito del cuerpo, hasta llegar a ciertas células de tú cuerpo para quedarse. Y luego el dióxido de carbono ha recorrido la sangre hasta los bronquios, los pulmones, la tráquea y finalmente la nariz, para que puedas expulsarlo al aire. ¿Cuántas cosas has hecho con tan solo diez segundos, no? Y apenas has sido consciente de ello.
Solo pensamos que el tiempo que podemos palpar o sentir, es el que realmente existe, pero ¿y tú cuerpo? Hace tantas cosas usando otra velocidad, y tú apenas eres consciente de ello. ¿Cuántos microsegundos se necesitan para crear un solo pensamiento? ¿Por qué en un solo segundo el corazón bombea dos veces y envía tanta información al cuerpo?
El tiempo es imposible de materializarlo, solo podemos ver los hechos, pero nunca verás esos segundos y minutos que tuviste que invertir para conseguir algo, siempre te vas a quedar con lo que has hecho con ese tiempo, en tú memoria. Inviertes esos segundos y minutos para crear, para darle forma a la materia. La pregunta no es ¿Cuántas horas has estudiado? Sino que la pregunta sería ¿Cuánto has aprendido durante ese tiempo que has estado estudiando? Al fin y al cabo, en el examen solo te van a preguntar sobre el contenido de los apuntes, no el tiempo que tardaste en estudiar.
No es lo mismo ir a clase y pasarte la clase mirando las musarañas, que ir a clase, prestarle atención al profesor, hacer la tarea y luego realizar el examen. La vida está llena de contenidos, son solo formas que hemos materializado, un título universitario solo es una forma material de decir “tengo las aptitudes correctas para realizar un trabajo relacionado con lo que he estudiado” y copiando en los exámenes, no realizas esta materialización.
Porque si copias en los exámenes, y luego consigues el título y te vas a trabajar y luego no sabes hacer nada. ¡Qué tiempo mal invertido has hecho! Cuatro años de carrera para terminar delante del ordenador y no saber contabilizar una factura, por ejemplo. ¿Qué te dirá el jefe? Pues vete buscando plaza de cajero en un super porque será algo más apto, por tus aptitudes, me refiero.
Le hemos dado mucha importancia al título, pero no al contenido de ese título que significa y valora al final. Te pueden contar mil veces la teoría sobre como la bicicleta si agarra velocidad no cae, sino sabes montar en bicicleta y siempre miras la vida a través de un papel que realmente no lo has hecho tú, sino que lo has copiado para conseguirlo sin tener el valor que representa.
Si te valora, entonces vale la pena intentarlo e invertir tú tiempo.
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