Gaia, La Escuela

Hace unos cuantos días, se me ha encargado explicar algo que puede que transforme nuestras perspectivas de la creación de la Tierra o como yo la llamo Gaia. Hasta el momento, he podido ver que no sabemos mucho de su creación, y que por lo tanto es importante que comprendéis que mi información, es el testimonio de ¿cómo ocurrió todo? Para muchos de vosotros, os hará recordar viejos momentos, si es así, significa que vosotros, de alguna forma u otra formasteis parte de esta creación conjunta. Solo os pido que leéis esta información, abriendo el corazón, porque no ha sido nada fácil hacerlo de tal forma en que quede todo bien claro, por eso es importante que sepáis la verdad.

Para empezar debemos retroceder en el tiempo unos 70.000 años, yo por aquel entonces, me encontraba en mi primera vida como una alma muy sutil (sin cuerpo físico) en la 5D, curiosamente en la ya nombrada Casa de Dios. Yo solo tenía 2.000 años de vida, desde que había salido de la fuente divina y había terminado allí, tras estar mucho tiempo flotando en el universo como una bolita de luz, sin nombre, sin experiencia y sin un destino fijo. Fue allí, estando del lado de Dios, como recibí el nombre de Flor de Lys, yo formaba parte (incluso en la actualidad) de esa familia de luz, siendo así participe de sus creaciones más hermosas en este universo que aún nos cuesta reconocer, que compartimos todos.

Se habló por primera vez de crear un planeta, como si fuera una escuela de almas, cuando escuché por primera vez el nombre de Gaia. Me pareció muy hermoso, ver como esa tarde cualquiera, se encontraba un representante de cada planeta del sector V (lugar dónde pertenecemos, dónde los “jefes” se encuentran en el cinturón de Orión, los planetas: Agashaek, Épsilon y Mintaka), en la sala principal de la Casa de Dios. 

Mientras que todos los representantes aportaban de alguna forma, una idea al proyecto que se estaba formando, yo fui invitada a esa primera reunión como mera observadora, hacía poco tiempo que había empezado a trabajar como Creadora, al formar parte del grupo del Rayo Verde, me di cuenta de que mi gran pasión era la genética, y crear nuevas especies, era realmente lo que daba más sentido a este trabajo. Dios y Jesús, decidieron que era apropiado que un representante de cada rayo, que viviese en la Casa de Dios asistiera, de mi parte Jesús aceptó que yo apareciera en la reunión. Curiosamente, no había ningún creador de ese rayo, pero sí que habían guías y futuros Maestros que estaban en ese rayo, de todas formas, necesitaban a una genetista (así se llamaría ahora), y yo simplemente acepté mi parte del trabajo.

La reunión fue muy interesante, los temas que se hablaban, tenían un propósito, volver a experimentar la 3D. Nos pusimos de acuerdo en ¿Cómo sería el planeta? ¿Cuánta diversidad biológica habría? ¿Cuáles serían los reinos? Y mucho más, pero para que todo fuese organizado y surgiera tal y como debía ser, teníamos que empezar por el principio…

-                 -¿Quién se ofrece para juntar todos los meteoros y hacerlos colisionar entre sí, hasta que se origine un planeta?- preguntó DIOS.

Todos nos miramos a los ojos, mientras que el silencio se entrometía en la sala, hasta que un representante de la Confederación Galáctica dio un paso al frente, todos le miramos.

-                - Con nuestras naves, podemos desviar los trozos de meteoros (en el cinturón de Kupier) y llevarlos a su nuevo hogar.- dijo serenamente.

A Dios le pareció correcto.

-                - Entonces, tendrás que llevarte a un hijo mío que identifique los tipos de metales y minerales que hagan falta para la creación del planeta. Te concedo el valor, de llevarte al mejor que tú mismo veas que es apropiado para este trabajo.- dijo.

El representante simplemente aceptó el regalo de Dios, y volvió con los suyos. 

-                - La intención es crear un campo magnético interior, para que así la vida sea posible.- añadió Jesús.

-                - Entonces, necesitarás también al mejor emisario que trabaje en campos de fuerza magnética.- dijo Dios.

-                - Yo me ofrezco, Padre.- dijo uno de los emisarios que trabajaba en la Casa de Dios.

El emisario dio un paso al frente, Dios le invitó a acercarse…

-                - ¿Qué me puedes ofrecer para esta nueva creación, hijo mío?- dijo Dios.

-                - Esto, Padre.- dijo el emisario, mientras que de sus manos salió una energía azulada, que la transformó en una bola magnética.- esto es lo que permitirá que haya vida en él.- contestó.

Dios finalmente lo aprobó y el emisario caminó hasta estar al lado del representante de la Confederación Galáctica. 

-                - Necesitamos a los mejores creadores del clima, para que la superficie empiece a enfriarse, ¿algún voluntario?- preguntó Jesús.

Un representante de Venus levantó la mano y dio un paso al frente.

-                 -Tenemos a los mejores en Venus, Jesús. Creamos, tormentas eléctricas, vapores, nieblas, tormentas de agua, tormentas de nieve…- contestó.

-                - Haz lo necesario para que la vida pueda vivir en ella.- le dijo Dios.

El representante de Venus aceptó sin añadir nada más y volvió a su lugar.

-                - ¿Quién se ofrece para crear la frecuencia de cristales, para que la vida pueda perdurar a lo largo de todas las dimensiones ya creadas?- preguntó Dios.

Dios prosiguió preguntando y muchos voluntarios se ofrecieron a ayudar, se puede decir que para construir el lugar dónde vivimos actualmente, se necesitó un gran nombre de voluntarios y esos fueron nuestros queridos vecinos, si existimos es gracias a ellos, no simplemente se puede atribuir el mérito a Dios, él fue el jefe de la operación, por decirlo de alguna forma, pero el logro pudo ser gracias a la colaboración de los demás, trabajando unidos para la unidad. 

Por mi parte, también colaboré, al tener conocimientos de genética, en un comienzo cuando se estaba dando lugar la diversidad del reino vegetal, dejé temporalmente la Casa de Dios, y me fui con una de las naves de la Confederación Galáctica hacia aquí, en Gaia. Cuando llegué, la atmosfera tan solo hacía poco tiempo que era respirable y apta para la vida, tuvieron que esperar miles de años para que fuese posible, recuerdo perfectamente que desde la ventana de uno de los laboratorios que había en las naves, que Gaia era solo una gran roca sin vida, sin ninguna planta, ni agua… cuando empezó a tener agua, enseguida nos pusimos con la creación del reino vegetal.

Fue muy interesante, nuestros hermanos y hermanas de otros planetas, ofrecieron varias especies de plantas, para que pudiéramos estudiar sus genes y poderlos adaptar a las condiciones de Gaia. Así es, la gran mayoría de las especies de árboles, arbustos, y todo tipo de plantas, en realidad son hijas de especies extraterrestres, lo sé parece ciencia ficción, pero así fue, estos son partes de recuerdos de mi primera vida, que resumiendo, fue una vida muy productiva y maravillosa. 

Pero no fue fácil cruzar las especies, había momentos en que nada más plantarlos en la superficie ya no prosperaban y otros en cambio si, es por eso que se organizó una pequeña reunión dentro de la nave, dónde se invitó a los voluntarios de Venus, ya que queríamos hacer un planeta estable, sin variación de clima, pero nos dimos cuenta de que no todas las especies sobrevivían a las mismas condiciones, y pactamos que en ciertas zonas, hubiese distintos climas, solo era para probar… pero al final funcionó. 

Luego regresé a la Casa de Dios, tras ser plantado la última planta y esperar un tiempo para ver cómo prosperaba, volví porque mi colaboración final iba a ser más tarde, los hermanos y hermanas de la Confederación Galáctica se quedaron allí a empezar con el reino animal, pero una pequeña nave de la misma Confederación regresaba así que me monté en él y regresé.

Dios y Jesús querían saber cómo había ido todo, si había algún problema, así que les expliqué mi parte del trabajo, entonces ellos empezaron a decir…

-                - La intención primordial de Gaia es que sea una escuela, nos gustaría que tuvieran presencia de nosotros, pero que al mismo tiempo, pudieran ser libres y que decidieran ellos mismos, si quieren al final de su trayectoria ser como nosotros o no.- decía Jesús.

-                 -Mis hijos serán libres, y ellos mismos elegirán su propio destino, elegirán todo aquello que quieran experimentar.- contestó Dios.

-                - ¿O sea que no sabrán que existes, Dios?- pregunté.

-                - La especie que queremos crear, queremos que sepan de nosotros, pero cuando tengan suficiente madurez espiritual, para que comprendan de ¿qué está compuesta la luz?- contestó Jesús.

-                - Y ¿Cuándo y cómo lo haremos?- pregunté de nuevo.

-                 -Llegará un momento, en que yo encarnaré en Gaia y les haré recordar que existe Dios y que en sí creen en él, formarán parte de este reino.- contestó Jesús.

Me sorprendió que se ofreciera el príncipe de la Casa de Dios, no tenía ni idea de cómo lo iban a hacer, pero mi larga estancia en casa de nuevo, lo utilicé para instruirme mejor en los temas genéticos, recibía informes de la evolución de Gaia, en pequeñas reuniones que se hacían casi semanalmente. Mientras que curiosamente, me había hecho muy buenas migas con el Arcángel San Gabriel, a veces trabajábamos juntos, hasta que al final, la chispa se encendió más de la cuenta, y empezamos a ser algo más que amigos (oficialmente él fue mi primera pareja, antes de conocer al Marido Atlante, eso hace 60.000 años aproximadamente).

Entonces, regresé a las naves de la Confederación Galáctica y empezamos a crear genéticamente, modificando el ADN del orangután con diferentes rasgos de distintas especies humanoides que nuestros hermanos y hermanas que son nuestros vecinos, nos ofrecieron. Aquí tenéis la explicación de porqué del primer cruce de la evolución de Darwin, surgieron tantas nuevas especies, hasta llegar a la definitiva, las pruebas fueren severas, muchos no sobrevivían, costaba mucho más que hacerlo con las plantas, hasta que al final pudimos crear el ser humano que somos hoy. Esa fue mi última intromisión en la creación de Gaia.

Pero la especie humana que habíamos creado, era lo que se llamaba una especie en cero, es decir, sin activar su parte de Ser de luz, ya que Dios pactó que querían que sus hijos descubriesen la luz ellos solos, así que lo dejamos preparados para que diesen su salto cuántico cuando estuviesen preparados. Porque la activación de ser de luz, es de tema genético, dejamos los códigos dentro de vuestro ADN, solo debéis descubrir como activarlos a través de la frecuencia, el sonido y la forma, para poder convertiros en Seres de Luz. Dios lo quiso así, porque la intención primordial era crear una escuela en 3D, y si fueran seres de luz directamente, nada de esta creación hubiera servido, querían poner en práctica lo que significa la evolución, para aquellas especies que habían olvidado qué era evolucionar en la espiral del amor incondicional.

Cuando Jesús encarnó en Gaia, vino para hacernos comprender que no existimos por el azahar, sino que Dios quiso crearos para que forméis parte de su reino. Murió crucificado para dejar paso la luz en vuestros corazones, que estaban envueltos por las sombras de la incomprensión y la desconexión, allí empezó la evolución hacia ser Seres de Luz. Aquellos que ya comprendían las enseñanzas del Maestro Jesús (ya reconocido como Maestro al Ascender), están a su lado en la 5D, fueron humanos y ascendieron en este planeta, ahora el planeta se está alineando para la 4D, un ciclo se termina y empieza otro, pero vuestra conexión ya ha empezado, aquellos que más lo sienten, verán que son los emisarios de luz, mientras que aquellos que aún no lo vean, también están en su proceso, en el reino de Dios hay lugar para todos. 

Recomendación: Arcangelic music.

PD. Al compartir esto, el Tribunal Kármico me indultan del kárma de lo que ocurrió en el examen. (+ info en facebook https://www.facebook.com/HistoriaDeLaHumanidadPorEc/?eid=ARBcSHzgUxSR1FNYHuCy413UdNIPbsv4JB6fT6yIX9ACE28ULsHGJaPEGBpjQbUKv5jbFACDsoc61qRP&timeline_context_item_type=intro_card_work&timeline_context_item_source=100000477241468&fref=tag )

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