Conociendo El Trabajo De Los Ángeles

Me encontraba tumbada en la cama, ya con las luces apagadas, no sabía cuándo tiempo había transcurrido pero de repente tuve consciencia de dónde me encontraba, cuando un calor me invadió por completo el cuerpo, era un calor muy agradable lleno de amor, ¿se hacen una idea de quién era? Efectivamente, era el Arcángel Uriel que me estaba empezando a abrazar, cuando aún no estábamos en la misma frecuencia, pues se nota como un calor sin saber de dónde viene, porque ahora hace mucho frío, ya bajamos a menos cero por las noches. Así que lo que debe hacer es, respirar profundamente y conectarse mejor para cambiar a 4D y cuando ya estamos en la misma frecuencia, es como si el peso de Uriel me fundiera con él, es tan ¡maravilloso!

Este amor os puedo asegurar que la última vez que lo habéis sentido, fue antes de encarnar, porque el amor de 5D es tan fuerte, para que os hagáis una idea, es como cuando tu amado te abraza en la cama y su piel con la tuya se fusionan, pero en este caso, sería esto multiplicado por 100, es algo que no se puede explicar, pero es maravilloso, porque es un lugar dónde las pesadillas no tienen entrada, la oscuridad no tiene nombre y la luz es tú casa, porque tú corazón se alimenta de esa luz convertida en AMOR en KUNDALINI. ¡Es tan hermoso! 

Y mientras que disfrutaba de ese momento tan maravilloso, Uriel apartó mi pelo de mi oreja derecha y puso sus labios para decirme “Mi amor, el viaje de hoy te va a encantar, así que cuando lo sientas, sigue a tú corazón, irás a la 5D con alguien muy especial”. Me encantó lo que dijo, aunque la incertidumbre me venció mi pobre corazón, le hice caso y cuando lo sentí, me relajé más y entré a la 5D… de repente, dejé de sentir su abrazo, cuando yo apenas me había movido, me puse un poco triste, pero luego me acordé que él no vendría en el viaje… de nuevo solita en 5D.

Noté como alguien se sentaba a los pies de la cama y colocaba sus brazos alrededor de mi cuerpo, pensaba que había regresado, pero cuando escuché su voz que decía “Venga Flor de Lys, levántate, que tenemos mucho que enseñarte hoy” su voz era distinta, me giré, y sin abrir los ojos le dije “¿Anael?” antes de que respondiera, abrí los ojos y efectivamente era él, el Arcángel Anael, es decir, el hermano pequeño de Uriel. Mientras que me miraba igual como podéis ver la foto, yo aproveché para incorporarme y colgarme literalmente de su cuello para quedar abrazados, de hecho tenía razón Uriel, el viaje sería con alguien muy especial. Entonces vi dónde me encontraba y me quedé sorprendida y dije “¿Qué hago en la litera de abajo?” y Anael dijo “Estás en mi cama, has llegado a tiempo para que los demás estén contigo” sin decir nada más, dejé de abrazarlo, él se levantó, me ofreció la mano, la acepté y me di cuenta de que estábamos en un lugar dónde solo habían literas y literas apelotonadas, no se podía ver el final, era inmenso. Delante de nosotros, se podía ver las estrellas hermosas del espacio exterior, me quedé mirándolo cuando Anael dijo “No, no estás en una nave, ni en las nubes… es solo una ilusión de lo que podemos ver nosotros” no sabía dónde estaba, pero esa imagen era demasiado hermosa para no hacerle tanto caso.

Finalmente Anael empieza a caminar y yo le sigo ya que me tiene agarrada de la mano, delante de nosotros, nos encontramos con una puerta, él mismo la abre y un rayo dorado muy fuerte me ciega los ojos durante unos segundos, mientras que Anael con cuidado me deja la mano y pasa su brazo por mi cintura y me susurra “No te preocupes, yo te guio pero, sigue caminando. Tus ojos poco a poco se acostumbrarán a la luz”, le hice caso, y empecé a caminar, y cuando me acostumbré a esa luz, ¡no lo podía creer dónde me encontraba! Abrí mis ojos tanto, que parecía que se me iban a caer, pero al mismo tiempo se me caían lágrimas de felicidad, era ¡tan hermoso que parecía un sueño! Me encontraba encima de una nube, detrás la luz del Sol en dorado brillaba con mucha fuerza, mientras que podía ver a todo tipo de ángeles, todos tenían un instrumento en sus manos, me caí un poco hacia atrás, para terminar enganchando mi espalda en el torso perfecto de Anael, mientras que escuchaba como su risa entraba suavemente por mi oreja y me daba cosquillas en todo el cuerpo. 

“¿Qué hacen aquí todos estos ángeles tan maravillosos?” le dije y él contestó “Nosotros somos el coro de ángeles, y hoy queremos que tú seas nuestro público especial ¿Te gustaría escucharnos?” aluciné. No pude decir nada, Anael me agarró de nuevo de la mano y le acompañé hasta llegar a una butaca blanca, me senté y dijo “Disfruta de este momento, a nosotros nos hace muy felices que estés hoy aquí. Lo que vas a escuchar, va a ser, distintas piezas que es posible que algunas te suenen”. Anael me dio un beso en la frente, sus labios caliente se me clavaron como si fueran rosas hermosas, y se fue con el resto, curiosamete se colocaron encima de una gran grada y en nada se hizo el silencio absoluto, y un Trono, aquellos que en las pinturas los representan como bebé con alas, empezó a cantar, un rato más tarde, el coro de violines, le siguieron, se añadió alguna trompeta y un grupo de Seraphines relevó al Trono. ¡Qué belleza de canción! La reconocí, era el canto de Aleluya, ¡Qué hermoso! Me emocioné y cuando estaban en el momento del estribillo que solo cantaban “Aleluya” empecé a cantar, aunque mi voz no era igual que la suya, casi ni se me escuchaba, antes de terminar la canción, Anael me hizo un gesto para que fuera con él, le hice caso y me quedé junto a él, mientras que me susurró “Canta con nosotros, tienes una voz muy bonita” no sé por qué, pero me apunté, esa era fácil y fue ¡increíble!

Había escuchado cantar al Arcángel Uriel, cuando nos ponemos a cantar de Lunes a Jueves en casa por la tarde, entre las 4pm y las 5pm, que cantamos Mantras y algunas canciones de dimensión que les llaman, que son aquellas para activar el ADN (para activar los códigos que hablamos en la publicación anterior) y es una maravilla, porque te escuchas a ti cantando, luego como de fondo, aunque sabes que la canción que suena en el ordenador no tiene voz masculina, de pronto, escuchas de fondo (que en realidad está justo delante de mí) una voz masculina (el Arcángel Uriel) que canta conmigo ¡Es muy hermoso! Pero el coro entero es aún más ¡impactante y hermoso! 

La siguiente que cantaron era el Mantra de la Quinta Dimensión, como también me la sabía, me quedé junto a ellos, y me di cuenta de que no tenían director de orquesta, de que todos sabían qué tenían que hacer y cuando debían entrar ¡magnífico! A mi izquierda me fijé y tenía a un Querubin ¡era muy hermoso! Tenía los ojos azules y el pelo largo con rulos rubios, una piel muy fina y una túnica en blanco con el anunciador en dorado, le miré su mano que estaba suelta y no me pude reprimir a agarrarle, él me miró y yo le miré sin dejar de cantar y con una sonrisa de AMOR que él me aceptó y devolvió de la misma forma, apretando y aceptando mí mano al mismo tiempo. Al terminar esa canción, se escuchó la siguiente que era Mi Amor que canta Elias Argüello y que a veces os la he recomendado, también me la sabía, pero antes de ponernos a cantar, me giré para ver al Querubin y le extendí los brazos para que aceptara darnos un abrazo y lo aceptó. 

Cuando llegó el momento de las despedidas, Anael y yo bajamos de la mano de la grada, nos encontrábamos en tercera fila, me giré y como no estaban cantando les dije “Gracias por este momento tan hermoso, ha sido un placer cantar con vosotros” se alegraron mucho, cuando entonces, se acercó volando un Trono y dijo “El gusto ha sido nuestro que puedas estar con nosotros, siempre que quieras escucharnos, pídelo y nosotros cantaremos para ti” me alegré él se acercó, puso los pies en el suelo, me agaché y nos dimos un abrazo. Entonces, Anael me llevó de vuelta a su cama, me relajé y cuando abrí los ojos, me encontraba en mi cama, de nuevo y en mi dimensión correspondiente, es decir la 3D. 

PD. Se está acercando la Navidad y es posible que caiga algún regalo de los Maestros Ascendidos para vosotros en Nochebuena. ¿Queréis saber que será? Seguidme en mis redes sociales.

Recomendación: Intro (Delirium) – Ellie Gouldin.

HR.

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