Hoy quiero contar la experiencia que he vivido esta misma tarde cuando he decidido después de una larga comida familiar de todos los años, y ya que no había ningún plan mejor, he dedicido ir a dar una de esas caminatas sin compañía de nadie, para tener el contacto con la naturaleza y para pensar en mis cosas, mis problemas que me suceden últimamente, bueno ahora solo los problemas que me suceden son del tema del trabajo, así que puedo dejar la mente en blanco para pensar en otras cosas que ahora son más importantes que nunca y que tienen que ver con el corazón.
Como todas las semanas, hoy siendo sábado era mí día de fiesta en el trabajo y mañana tengo que hacer un dosier para la reunión que tendrá lugar la próxima semana, pero no quiero hablar de trabajo. Vamos a hablar mejor de la compañía cuando vas a pensar en solitario al campo, sí lo has entendido bien, pero claro ¿cómo podemos hablar de compañía si acabo de decir que no iba con nadie? Muchos lo podéis interpretar como compañía la misma naturaleza, pero no estoy hablando de ese tipo de compañía, sino que estoy hablando de los amigos que puedes conseguir caminando. Es decir, los animales que viven en las casas de campo o como lo dicen aquí "Les cases de pagés".
Durante el camino te puedes cruzar con varias casas de campo, y la mayoría tienen animales, sean vacas, caballos, perros, cerdos, cabras, ovejas.... Cuando ya hacia como una media hora que había dejado la civilización atrás, he pasado por creo que era la segunda casa de campo, no había nadie fuera, con la calor es normal, estos días básicamente durante todo el mes rondamos más de los 42ºC al Sol en su hora más fuerte. En ese momento me han venido a recibir dos perros muy bonitos, mida grande, eran una pareja, la hembra llevaba collar y se llamaba "Era" y el otro iba sin identificación pero yo le llamaba "Macho".
Seguidamente he continuado mí camino en solitario, más bien eso pensaba, porque cuando ya estaba bastante lejos de esa finca, me giro un segundo y veo que los dos perros me estaban siguiendo, más bien acompañando, ¡Qué detalle por su parte! En ese momento ya no estaba sola, así que he seguido el camino con ellos, no he dicho nada y les he ayudado cuando se quedaban atrás, me hacian bastante caso, ¡me ha encantado! Luego, les he acompañado a casa ya que el camino era de doble sentido, es decir, de ida y vuelta y en teoría no quería ir muy lejos tampoco, tan solo necesitaba pensar en algunos asuntos y era mejor la idea de respirar aire puro que quedarme en la habitación delante del computador.
Seguidamente he continuado mí camino desviándome por un camino que no había hecho nunca pero tenia la curiosidad de ver hacia dónde iba, pero en ese momento, recien que me había despedido de los perros, una furgoneta me para diciéndome hacia dónde iba, con la excusa "¿Te has perdido, niña?", ¡Tampoco soy tan niña, que tengo 22 años! Eso me ha molestado un poco, pero amablemente he contestado y me ha dicho que ese camino conducía a su finca, así que he dado media vuelta y he regresado a la finca de mis amigos. Entonces he ido por un otro camino, y cuando ya estaba lejos, me giro y saludo a Macho que me estaba viendo y sigo el camino, pero varios minutos más tarde, me vuelvo a girar, y los volvía a tener a mí lado. En ese momento iba a saludar un amigo que conozco desde Febrero de este mismo año, tampoco es humano, cuando voy a caminar y lo hago en solitario, normalmente me gusta ir a ver a mis amigos "animales", me han acompañado a visitar a en Kabhoo que para quienes no saben quién es, Kabhoo así se llama un caballo super especial que es un encanto, en realidad hacia todo un mes y medio que no lo veía.
Luego les he vuelto acompañar hacia su casa, y yo que soy muy tonta, al volver a casa, me han vuelto a seguir.... ya eran las nueve de la noche, ya era tarde y tenía que regresar a casa que tenía una cena importante... así que me he enojado y he empezado a ordenarles que vayasen a casa, pero no me hacian caso. Entonces yo tenía un problema importante... ¡No podía ir a casa con dos perros! ¿Pero qué podía hacer? Así que he empezado a correr, pero me seguían y Macho me intentaba tirar al suelo para que parase de correr.... así que varios intentos, pero nada de nada.... ¡Ya me empezaba a enojar! Así que he intentado despistarles como si me estubiesen acosando los perros, ¡pobrecitos! ¡Pero no podía ser! Tampoco me ha funcionado... cruzo el paso de la vía del tren y ellos detrás, corría a esconderme entre arbustos que pinchaban, pero tampoco... ¡Ya estaba harta!
Hasta que la solución ha llegado por arte de magia a mi mente, pasando por el Fugurull, hay unos jardines alrededor de una hermita, allí hay sitio para sentarse, así que sin ganas me he sentado allí un ratito chiquitito. Pero cuando me han visto allí, esperaba que no hicieran lo que pensaba, de que lo más normal era que se sentasen conmigo, pero no lo han hecho, al ser tant jóvenes, pues se han ido a investigar el terreno, pero no me quitaban el ojo. Aquí es cuando empieza el momento "Misión imposible", si os sirve, me he imaginado en mí mente la melodía. En un punto ciego, he aprovechado para escaparme, el jardín estaba todo enmurallado y era bastante alto, como si fuera un piso, pero he visto una balla que llegaba a un metro, y que viendo hacia dónde iba, he podido escaparme por allí, de esta forma, he puesto el bolso en lo alto del muro, luego he subido al muro en un saltito, paso las piernas al otro lado, sin hacer el menos ruido posible, hago el salto y agarro el bolso, luego en cuclillas caminando hacia el camino, vigilando en la entrada del jardín que no me vieran, y en un momento de gran emoción, y que no habian "perros en la costa" he empezado a correr por el camino como si me fuera la vida.
Me he girado una vez cuando ya estaba un poco lejos y los he visto que me estaban siguiendo, luego he visto hacia adelante que venían por otro camino un padre en bicicleta junto a sus niñas, he ido para allí rapidamente, aprovechando la distracción de Era por las niñas que gritaban de miedo, pobrecitas... he aprovechado para camuflarme entre los campos, como la hiedra estaba alta, me he sentado en el suelo y he esperado en silencio a que los perros pasasen con la suerte de que no me han visto, en el cruze donde estaba, los perros me iban buscando y yo allí respirando lentamente, mirandolos sin hacer nada de ruido. ¡Igualito que en las películas! Y cuando han vuelto a la hermita, yo he arrancado a correr tan rapido como he podido, hasta que ya estaba muy lejos, y no me han seguido. ¡Mí misión había sido un éxito! Seguidamente empezaba el camino de vuelta a casa, ya a las nueve y cuarto de la noche.
He llegado a casa, flipando con lo último que ha ocurrido, ha valido la pena ir allí, me he divertido mucho, incluso les he puedo hacer un video, no lo mostraré pero sí que una imagen de ellos.
[La más clara es ERA y el otro es MACHO].
HR.
PD. La experiencia de vivir una pequeña aventura, abre los poros de la adrenalina y solo así te sientes viva ante tanta muerte junta viviente.
HERO&Corporation
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