El verdadero Marido!

Jesús García es el verdadero marido de Vanessa, y Aitor lo quiere impedir para que Vanessa sea totalmente suya. Por lo tanto, Aitor cada vez que Vanessa se queda sola en casa, Aitor se queda con ella, y ella no se lo impide.
- Vanessa, cómo se te ocurra decir a alguien de que el hijo que esperas no es de mi hermano, ¡Te voy a violar siempre y cuando yo quiera y dónde yo quiera! Así que será mejor que no digas nada a nadie. ¿De acuerdo?- dijo Aitor.
- ¡Tú no me puedes amenazar a mí! Yo soy una mujer fuerte y si me quieres hacerme daño, no te lo permitiré. Yo me voy a casar con Jesús, te gusto o no y tú no vas a saber nada más de esté bebé. ¡Tú no eres nada!
- (Le coge el brazo con fuerza) Vanessa, yo de ti no haría eso. Porque si lo haces, te voy a matar, pero de una manera muy especial, que todas las mujeres seguramente deberían morir así.- susurrándole a la oreja derecha.
- ¿Cómo sería?... ¡Suéltame! (No la suelta) Yo voy a morir bien, pero de vieja y tú no me vas hacer nada, aunque se lo diga todo a Jesús.- insistió.
- Cómo tú prefieras, pero no digas que no te lo advertí, porque yo puedo actuar muy rápido y cuando digo rápido es en cuestión de segundos. ¿Me has entendido?
- Lo que tú quieras. Pero no me creo nada de lo que dices, ahora pienso que tú eres un violador, y por eso toda la gente del pueblo te…- no terminó la frase.
- ¿Qué? ¡Ya sé que me odian! ¿Qué te pensabas?... Yo he hecho un favor a todas las mujeres del barrio, les hice todo lo que más querían. A todas, nadie se me pasó cómo tú haces, tú que eres tan bella y que eres tan dulce. Además, sólo me faltabas tú para completar mi colección. (Rie) ¡Tener hijos!
- ¿Cuántos hijos tienes?... y… ¿Cuántos te quedan para que te hagan cambiar?- dijo.
- ¡Sólo me faltas tú! Pero a ti te lo voy a poner todo más difícil, ya que no me das el permiso de matarte a polvos, te voy hacer sufrir más que nunca.
- ¿Y eso porque?... ¡Eres un violador! ¿No te preocupan las mujeres? Nosotras somos libres, ya no somos unas esclavas. Por lo que tú no entiendes es que no tienes a nadie que te sepa amar. – dijo Vanessa convencida.

gracias!